Por si alguno estaba equivocado, hay que recordar que los tios con mallas no son lo único que existe en el noveno arte. Y un ejemplo destacado es MAUS, el único comic que ha recibido el premio Pulitzer de literatura.
Nos cuenta la historia de un superviviente del salvajismo nazi de la 2ª Guerra Mundial, contada a través de su hijo. De hecho es la historia de Vladek Spiegelman, padre del autor, Art Spiegelman.
Una de las cosas que hace que esta historia sea tan especial es la metáfora de los animales: los judíos están representados como ratones y los nazis, como no , por gatos. Además los americanos son perros y los polacos no judíos, cerdos (no debía tener muy buen concepto Spiegelman de estos últimos, digo yo).
Y es que está muy bien contada. Sin recurrir al sensibleo facilón, lo único que hace falta para que te llegue hasta adentro esta historia son simplemente los hechos puros y duros que cuenta.
No puedes evitar un escalofrio al leer las locuras de las que fueron capaces los nazis, incluso conociendo ya muchas de ellas o casi todas. Y es que este hombre pasó por todo: los guetos, el hambre, la miseria.... y Auschwitz. Por muchas pelis, libros o documentales que hayas visto, es inevitable que se te vuelvan a revolver las tripas una vez más con las viñetas de este comic, alucinando con lo que es capaz de hacer el hombre en las más extremas circunstancias, cuando el tener o no una cuchara o unos zapatos puede significar vivir o morir. No se, creo que nunca podremos siquiera imaginar lo que se pasa al vivir algo así. Pero MAUS nos ayuda un poquito a conseguirlo.
Acabo de terminar el libro, y no paro de pensar si hubiera sido yo capaz de soportar todo lo que soportó el protagonista, manteniendo siempre la esperanza. En fin, menos mal que seguramente no tenga que comprobarlo.
6 comentarios:
Hasta ahora he aquí mi tecnopensamentismo favorito.
Tomo nota del libro, aprovecho para recomendar La decisión de Sophie y En tiempos de Prodigios.
Con éste último,me cuestiono el objetivo de Estados Unidos en la Guerra Mundial, ¿disputarse el territorio de los vencidos, o salvar a los judíos del holocausto? Si áste último hubiera sido su fin ¿no habría bastado con bombardear las vias de trenes que llevaban a los campos de concentración?
"...Bastaba con bombardear las líneas férreas que unían algunas ciudades con los centros de exterminio. Tan sencillo como eso. Cortar el paso de los trenes, y se acabó. Pero los aliados estaban demasiados ocupados intentado ganar la guerra como para interesarse por un montón de judíos conducidos al matadero. Se consideró la política antisemita como un problema menor. Una gota de agua en el maldito océano de la guerra. Pero pasará el tiempo. Transcurrirán los años y el mundo tendrá que sobrevivir a la vergüenza de haber dejado a Hitler actuar a sus anchas. Porque no podremos defendernos hablando de ignorancia. Sabíamos lo que ocurría y cual era la forma de actuar. Y no quisimos hacerlo. La comunidad judía pidió incluso la ayuda del Vaticano...Que hubiera podido anunciar la excomunión de los que participasen en el exterminio, por ejemplo...Pero la mayoría eran hijos del pueblo de Israel, asi que debieron considerar que sus vidas no valían gran cosa."
Por otro lado, solo fueron juzgados los peces más gordos, porque de lo contrario, Alemania hubiera quedado desierta, ya que de alguna manera todos colaboraron y apoyaron el nazismo.
Sólo es mi opinión.Saludos.
"Por otro lado, solo fueron juzgados los peces más gordos, porque de lo contrario, Alemania hubiera quedado desierta, ya que de alguna manera todos colaboraron y apoyaron el nazismo."
Una reflexión muy acertada, la de los verdaderos motivos de la participación estadounidense en la Segunda Guerra Mundial, pero lo último me temo que te coloca en el lado de los extremismos, ya que la población (y en eso incluyo a una gran parte del ejercito, de hecho, la mayoría) no estaba en absoluto de acuerdo con lo que hacía Hitler.
Una cosa es que ganara en las urnas por prometer, y que de hecho hizo, levantar un país que estaba sumido en la depresión, y que tras la Primera Guerra Mundial perdió gran parte de sus factorías y zonas mineras. Alemania se convirtió en una de las primeras potencias, con unas infraestructuras de primer orden, como una red de autopistas considerada la mejor del mundo, desde lo más bajo y con una economía paupérrima, solo con su tesón trabajador (como hiciera de nuevo durante la posguerra, y la época del Telón de Acero). No es justificar, es saber todo de la historia.
Su política antisemita y la invasión de Polonia no son sino actos propios de un demente, de los que un gran numero incluso de sus partidarios no estaban de acuerdo.
No caigamos en el tópico de acusar a todo un pueblo por las acciones de unos pocos. Si juzgaramos así, condenaríamos ahora a todo el pueblo judío por la expropiación de tierras palestinas, y veriamos ahora quienes son los malos de la historia.
Estoy de acuerdo contigo, en que la manera de expresarme haya sido extremista, pero no pretendía acusar al país entero.
Hay muchas historias que atestiguan la solidaridad de alemanes, que por supuesto, trataron de impedir que familiares y amigos judíos, fueran destinados a aquella masacre.
Pero por toda Alemania se extendió el antisemitismo, ¿no has oido hablar de la estrella que les hacían llevar para distinguirlos? ¿no sabes que no les permitían la entrada a tiendas, ni a cafés y les desemplearon, sumiéndoles en una inexplicable marginación, que acabó en guetos?
Para mi serán tan culpables Hitler como aquellas personas que se consideraron superiores por petenecer a la raza aria y miraron de modo diferente a ciudadanos alemanes.
Esto que te acabo de escribir, ocurrió después de que Hitler ganara en las urnas (1933), por lo tanto la inocencia de estos alemanes se va al garete.
Un saludo.
Me congratulo por haber generado un tecnodebate tan sesudo. Yo sólo quería incidir sobre el aspecto humano de la historia contada, pero es imposible olvidar las cuestiones políticas en un tema como este.
Sobre ello debo decir que creo que ambos teneis razón en cierta forma. Por un lado debemos recordar que el pueblo alemán, en su inmensa mayoría (que es lo que cuenta en política), aceptó de buena gana las leyes antisemitas de Hitler. Por otro, fue el ejército, mandado por Hitler y su cúpula, quien ideó y ejecutó el plan de exterminio (recomiendo ver el filme La Decisión Final para tomar cuenta de esto) ocultándolo en todo momento al pueblo alemán y al mundo entero, hasta que ese ocultismo se volvió insostenible.
Aún asi hoy en día quedan alemanes que piensan que Hitler debió terminar el trabajo. Son estas personas las que merecen nuestro mayor desprecio, asi como los extremistas judíos que traicionan la memoria de sus propias víctimas utilizándolas como excusa para su propia cruzada pro-semita.
Saludos a todos.
Me ha gustado mucho este articulo, reitero.
Di q me v0y a dar una vuelta con la bicicleitor, y adivina con quién me he topado...
Hay rima,de acuerdo?
Terminator
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