EN LA FRONTERA DEL MUNDO PERRUNO

Desde tiempos inmemoriales el hombre y el perro han tenido una estrecha relación, tanto que se se ha llegado a acuñar la famosa frase "el perro es el mejor amigo del hombre". Y no ha sido gratuitamente, ya que este animalejo ha representado un papel fundamental en el desarollo de la humanidad. Veanse los perros ovejeros, los perros guardianes, los perros policía, los perros bombero (que localizan a personas entre los escombros), o los perros aventurero, que hicieron posible la conquista del polo norte, por ejemplo. Y así podríamos seguir hasta enumerar un sinfín de profesiones perro. Pero la ligazón hombre-perro no se queda en una mera colaboración a nivel profesional. Vease si no los perros guía para los ciegos, o simplemente los perros comunes que no tienen ninguna profesión especial y simplemente dedican su vida a hacer compañía a determinadas personas, siendo considerado un miembro de la familia.

Es evidente por tanto que existe una delgada linea que separa el mundo perruno del nuestro. Es muy delgada y a veces difusa, pero al fin y al cabo existe. ¿Y en qué consiste exactamente esa linea? Es sencillo, en la comunicación. Existe un grado de comunicación elevado entre hombre y perro. Podemos decir que es uno de los animales que mejor y más fácilmente comprendemos, pero el hecho de no poder tener una comunicación con un perrito al mismo nivel que con una persona humana, hace que los perros sean perros y los hombres hombres.

Pero amigos, es posible que estemos ante el comienzo de una nueva era. Una vez más la ciencia abre una brecha en otra frontera, la frontera del mundo perruno. Un equipo de científicos ha desarrollado un programa que interpreta el lenguaje perruno. Ha sido posible tras llevar a cabo un estudio con más de 6000 ladridos. Los grabaron y los clasificaron por situaciones; momentos de enfado del sujeto perro, momentos de juego, de amistosa charla con otro cánido, etc. De momento está en estado inicial, ya que sólo consigue asociar con su contexto aproximadamente un 50% de los ladridos que analiza. Pero los individuos que lo han ideado afirman que este 50% de aciertos no se da por casualidad y que es posible seguir avanzando.

Y ahora es hora de dar paso a las elucubraciones, especulaciones y divagaciones. Si se consiguiera llegar a entender el lenguaje perro, la relación con nuestros amigos los chuchos daría un giro radical. Es posible por ejemplo que algo que todos hemos hecho como lanzar una pelotita a un amistoso perrillo deje de ser divertido si el tuso en cuestión dijera que no le da la gana cogerla y pudiéramos entenderle; y esos momentos en que vuestro perro ladra sin cesar a un amigo o vecino como algo normal e incluso graciosillo, dejaría de serlo si ese amigo pudiese entender todos los improperios que le dedica la mascota. Ahora la relación hombre-perro sería de igual a igual. Todos los perros profesionales exigirían las mismas condiciones de trabajo que sus compañeros humanos, y los perros mascota exigirían la eliminación de los términos mascota y amo. También se responderían a ciertas cuestiones. Por fin sabríamos a qué sabe la comida de perro, las galletitas para perro... etc. (a no ser que alguno ya las hayais probado, guarretes). Ciertamente estaríamos ante un nuevo modelo social, que podría denominarse como sociedad perrhumana, y ya no existirían la humanidad ni la perrunidad, habría que dar paso a la perrhumanidad. Gracias a la ciencia todo es posible.

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